domingo, 23 de marzo de 2008


¿Han jugado alguna vez, en su juventud, al corro de la patata? ¿No?... bueno, yo tampoco. Pero si he visto jugar a otros niños y niñas, más bien de las segundas que de los primeros. Se trata de un juego simple y divertido. En él no hay limite de jugadores, aunque sí un mínimos de ellos, porque sinceramente no me imagino a uno solo o sola jugando. Definido el número de jugadores pasemos a ello. Nos colocaremos de pie mirándonos y situados haciendo un círculo. a continuación elevaremos los brazos y enlazaremos las manos. Conviene que no se presione mucho para evitar dañarse pero tampoco muy flojo pues en la inercia que se llega a adquirir mientras se juega, uno puede salir despedido si se suelta y ello puede tener consecuencias desagradables para él y para el grupo de rebote. Vale, ya estamos en círculo, agarrados de las manos y mirándonos y ha llegado el momento de ponernos en movimiento. atención, conviene empezar a moverse en el mísmo sentid pues si no se hace así el caos puede adueñarse del juego e incluso puede terminar antes de iniciarse. Y ya está, moviéndonos en circulo empezaremos a adquirir velocidad, cada vez más y más y .... ¿Que cuando acaba el juego? Veamos, hay varios factores que pueden hacer que termine, entre ellos y por ende el más lógico que se pare el movimiento de mutuo acuerdo y "the end" pero la mayoría de las veces acaba violentamente debido a que alguno de los componentes, patosamente hablando, tropieza y cae al suelo arrastrando a casi todos los demás, y digo casi todos porque siempre está el listo o la lista deturo que al ver acercarse la debacle se suelta de sus atláteres y evita la caída colectiva. Pero como una imagen vale más que mil palabras, vean, vean la imagen y tomen nota de como se juega. Por cierto, una puntualización, no hace falta jugar en pelotas como esas señoras, pero si se quiere, también pueden hacerlo. salu2

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